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Qué son los polialcoholes: ¿Es recomendable consumirlos?

Los polialcoholes, polioles o alcoholes de azúcares son carbohidratos con capacidad edulcorante, derivados de azúcares. Su nombre puede resultar engañoso, ya que no son alcoholes ni azúcares como tales. Aunque, a nivel químico, su estructura guarda similitud con ambos.

La industria alimenticia suele usarlos como sustitutos en productos con etiquetas de «bajos en azúcares» o «bajos en calorías». Ahora bien, una duda común es si son seguros para el consumo. Por su parte, tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como la Unión Europea los consideran aditivos aprobados. A continuación, ahondamos más en ellos.

Características de los polialcoholes
Los polialcoholes se metabolizan en el intestino delgado. El cuerpo los absorbe de manera incompleta y de forma lenta.

La parte absorbida va al torrente sanguíneo, donde se utiliza como energía para los distintos procesos de las células. A su vez, los residuos que quedan se eliminan por la orina. En cuanto a la parte no absorbida, pasa al intestino grueso, donde las bacterias la fermentan.

El uso tan difundido de estas sustancias en la industria es porque reúnen las siguientes condiciones:

  • Aportan sabor. Son compuestos que estimulan las papilas gustativas.
  • Bajos en calorías. En promedio, cuentan con la mitad de calorías que su cantidad equivalente en azúcar de mesa.
  • Índice glucémico menor. Tras su ingesta, los niveles de glucosa en la sangre aumentan progresivamente, pero no de modo brusco. Por ello son populares entre las personas que sufren diabetes.
  • Acción humectante. Algunos de ellos, como el sorbitol, ayudan a retener la humedad de los alimentos, así como también aportan volumen. Es algo útil en la fabricación de productos de panadería.
  • Acción anticaries. La industria de la higiene dental también hace uso de los polioles. Suelen formar parte de los dentífricos para darles un sabor más agradable y para prevenir la formación de placa bacteriana.
  • Sensación de frescura. De acuerdo a la FDA, los polialcoholes producen una sensación de enfriamiento en la boca cuando se agregan en gran cantidad a un alimento. La industria de los chicles aprovecha mucho esta característica.

¿Qué tipos hay?
Debes saber que los polioles son varios. De acuerdo al azúcar del que derivan, no solo toman nombres diferentes, sino que también cambia su aporte calórico, dulzor e índice glucémico.

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Efectos de los polioles en el organismo
Los polialcoholes aportan una menor cantidad de calorías y carbohidratos al cuerpo. Además, producen un cambio menos brusco de los niveles de azúcar en la sangre.

Algunos polialcoholes, como el isomaltol, podrían tener un efecto probiótico. Más esto todavía se encuentra en investigación.
Sin embargo, la absorción lenta tiene algunos efectos negativos, que se concentran en el intestino grueso. Si se consumen en exceso o si la persona que los usa tiene una sensibilidad alimentaria a los polioles, podría presentar lo siguiente:

  • Diarrea.
  • Flatulencias.
  • Malestar estomacal.
  • Sensación de pesadez.

Otro riesgo del consumo excesivo es que aumentaría la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. El eritritol y el xilitol, por ejemplo, pueden hacer que la coagulabilidad de la sangre aumente.

¿Los polioles son mejores que el azúcar?
Desde el punto de vista calórico, sí lo son. Tienen entre cero y dos kilocalorías por gramo, mientras que el azúcar de mesa cuenta con cuatro kilocalorías por gramo.

En cuanto al índice glucémico, también son una mejor alternativa. El índice glucémico del azúcar de mesa es de 65, mientras que los polialcoholes oscilan entre 0 y 35.

En el otro lado de la balanza tenemos al dulzor. Los polialcoholes son menos dulces que el azúcar. Por ello, en la fabricación industrial, se suelen combinar con otros edulcorantes para llegar al «dulzor completo».

Tampoco podemos dejar de nombrar el efecto laxante. Es algo que el azúcar no presenta como efecto adverso.

¿Engordan?
La respuesta a esta pregunta no es fácil. Quienes se encuentran en un plan para bajar de peso, suelen valerse de los polioles para reducir calorías en sus comidas.

Sin embargo, si los ingieres en exceso, también es posible que aumentes de peso. Consumir entre 10 y 15 gramos de polialcoholes al día es seguro. Superar esas cantidades, además del incremento en las calorías, también aumenta la posibilidad de sufrir los efectos adversos que ya te indicamos antes.

¿Quién no debería comerlos?
Las personas que sufren enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn, no deberían consumir polioles. Se podrían incrementar sus síntomas.

Tampoco es conveniente que los ingieran los niños pequeños, salvo que lo autorice su pediatra.
¿Qué alimentos contienen polialcoholes?
De forma natural, estas sustancias se encuentran presentes —en concentraciones muy pequeñas— en varios alimentos. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Soja
  • Uvas
  • Maíz
  • Peras
  • Trigo
  • Sandía
  • Patatas
  • Cereza
  • Melones
  • Manzanas
  • Zanahorias
  • Remolachas

También hay polialcoholes hechos de forma industrial, por medio de la fermentación o hidrogenación de almidones. Ellos se agregan a otros productos durante el proceso de fabricación y, a su vez, pueden usarse solos o en conjunto con otros edulcorantes no nutritivos. Entre los alimentos procesados que los contienen están los siguientes:

  • Helados
  • Galletas
  • Chocolates
  • Gominolas
  • Caramelos
  • Mermeladas
  • Goma de mascar
  • Pasteles y bollería

Polialcoholes: ¿sí o no?
Hay una frase popular que dice que «todo en exceso es negativo». Esta idea también podría aplicarse a los polioles.

Por sus características y efectos en el organismo, son una buena alternativa para endulzar en personas que sufren diabetes y en quienes desean reducir el consumo de azúcares y carbohidratos.

Pero también debes considerar que un exceso en su ingesta puede tener efectos no deseados en tu cuerpo. En conclusión, los polialcoholes deben consumirse con moderación, en el marco de una alimentación saludable y equilibrada.