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San Francisco de Macorís despide entre lluvias aplausos, lágrimas y música al maestro Henry Hierro

San Francisco de Macorís.- En medio de un profundo ambiente de tristeza y admiración se realizaron el martes 4 de noviembre, las honras fúnebres al reconocido cantante, compositor y músico Henry Hierro, una de las figuras más queridas y emblemáticas del merengue dominicano.

El cuerpo del artista fue llevado al Cementerio Las Mercedes donde familiares, amigos, colegas músicos, empresarios, personalidades del arte y cientos de admiradores se dieron cita para darle el último adiós a quien marcó generaciones con su talento, carisma y amor por el arte, entre lluvia, lágrimas y música.

Previo al sepelio, se celebró la solemne misa de cuerpo presente en la parroquia Sagrada Familia, presidida por monseñor Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo, quien destacó en su homilía los valores humanos y espirituales del artista. Durante la ceremonia, sus estudiantes de música de la Escuela Divina Providencia realizaron una guardia de honor, acompañados por figuras del arte y la cultura local, en un gesto de respeto y gratitud hacia quien fue su maestro y guía.

En la Funeraria del Cementerio Fuente de Luz se realizó desde la mañana la capilla ardiente donde los familiares recibieron el pésame y tributo de cientos de personas.

Entre canciones, flores y aplausos, se escucharon nuevamente las melodías que hicieron inmortal al intérprete francomacorisano. Temas como “Tus besos”, “Rosa blanca”, “¿Cuándo llegará?”, “Mentirosa”, “No me sigas más”, “Vamos a beber”, “Diente de oro”, “La banda”, “Déjame decirte” y “A millón”, formaron parte de los momentos más emotivos del homenaje, recordando el legado musical que Henry dejó grabado en el corazón de su pueblo.

Legado musical y humano

Henry Hierro fue integrante de la prestigiosa agrupación la gran manzana, que revolucionó y relanzó desde New York el merengue, posteriormente conformó la agrupación Los Hermanos Hierro, junto a su hermano Willy, con la que alcanzó fama nacional e internacional durante la época dorada del merengue. Más tarde, consolidó una brillante carrera como solista, destacándose por su voz poderosa y su estilo romántico que definió a toda una generación.

Además de su carrera artística, Henry se dedicó a formar nuevas generaciones de músicos, siendo maestro de canto y composición en diversas instituciones educativas, entre ellas la Escuela Divina Providencia, donde inculcó disciplina, sensibilidad artística y amor por la música a decenas de jóvenes.

Su partida deja un vacío irreparable en la música nacional, pero también un legado de pasión, entrega y compromiso con la cultura dominicana.

El nombre de Henry Hierro permanecerá en la memoria colectiva de los dominicanos como un símbolo de autenticidad, alegría y orgullo francomacorisano, un artista que llevó su música por el mundo y convirtió cada escenario en una celebración de la identidad dominicana.